domingo, 28 de septiembre de 2014

Un formulario sobre la mesa


Hace mucho tiempo que veo como el uso de los formularios es cada vez menor, en parte porque los profesores pedimos más memoria a los alumnos, en parte porque las herramientas digitales les han dado el don de la ubicuidad (están en cualquier lugar gracias a internet).

Sin embargo, y después de hacer algunas observaciones sobre las ventajas y desventajas, creo que vale la pena disponer de un formulario cada vez que hacemos clases de Matemáticas o de alguna otra asignatura en la cual se usen fórmulas de manera continua, por ejemplo, en las Ciencias o en la Economía. Así que en esta ocasión, vamos a hacer un formulario y después discutiremos, profesores y alumnos, de las ventajas y desventajas de su uso.

Fig. 1. Y también veremos cuando sí y cuando no usarla, por supuesto.  

1. Modo de uso

1.1. Crearlo según vaya avanzando el curso. Será un documento "vivo" (que irá cambiando) hasta que finalice el curso.

1.2. Hacerlo en hojas separadas del cuaderno, libreta o carpeta donde hacemos nuestros apuntes de clase. Recordemos que el formulario es un documento de consulta rápida.

1.3. Para usarlo durante la clase, lo mejor es tenerlo a mano al lado de la libreta o cuaderno. Podemos buscar las fórmulas más rápido que en los apuntes o el libro, a la vez que tenemos la información resumida en un espacio pequeño. Si después queremos profundizar tenemos la libreta, el libro o incluso los compañeros y el profesor.


1.4. Para usarlo en casa. Lo mismo que en el caso anterior. Nos ahorra tiempo y esfuerzo al momento de estudiar o resolver ejercicios y problemas.

Contraindicaciones. No usar en exceso (o sea, durante los exámenes), pues puede producir el efecto contrario: En vez de subir la nota o calificación, la puede bajar. Un efecto nocivo a largo plazo es que el alumno puede perder la confianza del profesor; para ello basta que el profesor lo descubra una sola vez. Aquí puedes escuchar las consecuencias:

2. Hacer el formulario

2.1. Estructura básica del formulario.

2.1.1. En la versión más básica, cada fórmula debe ocupar al menos 4 áreas bien definidas: Una para el nombre y número, otro para la fórmula, otra para explicar el contenido de la fórmula y la última para las referencias. Opcionalmente, una quinta área para hacer un ejemplo de uso.





Área para
poner nombre
y número
                                 
                             Área para la(s) fórmula(s)

Área de las referencias



Área para explicar o definir los elementos de las fórmulas


                                           Área para ejercicios de ejemplo (opcional)


Fig. 2. Organización de la superficie para cada fórmula. Entre esto y los colores....


2.1.2. Uso de colores. Es recomendable usar colores según un código para su uso de forma habitual, ya puede ser tu propio código o el que te propondré aquí. Esto se debe a que nuestro cerebro se puede entrenar para filtrar la información visual, así podemos encontrar cierta información destacada en cada color de forma más rápida.

 

Fig. 3. Prueba de entrenamiento cerebral: a) Elige un color, 
b) Mira todo la cuadrícula y localiza los cuadros con el color que elegiste,
c) Haz el intento con otro color, y luego con otro. Pídele a alguien más que haga la prueba.
Como puedes comprobar, has podido focalizar tu atención en el color seleccionado.



2.1.3. Personalización. El formulario tiene que ser un resumen de la fórmula que estás trabajando, pero eso no implica que apuntes lo mínimo.
Te recomiendo que escribas todo lo que consideres necesario, pues en versiones posteriores de tu formulario puedes eliminar lo que ya sepas de memoria.



Fig. 4. Si es la primera vez que estudias la ecuación general de 2o. grado, 
tal vez te sea más útil si pones más detalles y definiciones.


 Fig. 5. .Si ya la has estudiado anteriormente y sólo necesitas recordar, 
tal vez con esta información tengas suficiente.

¿Cómo saber lo que es necesario? Muy sencillo: Pregúntate si tal o cual información ya sabes lo que es y si lo recordarás. Si en cualquiera de las dos tienes duda, es muy posible que necesites incluir esa información.

2.2. Qué hacer cuando finaliza el tema

2.2.1. Cuando finaliza el tema y hay pocas fórmulas que usarás en los siguientes temas, da por cerrada esta parte e inicia el formulario del siguiente tema.

2.2.2. En el nuevo tema, incluye sólo aquello que necesitarás. Si no estás seguro/a cuáles tienes que incluir, consúltalo con tu profe. Puedes repetir  el proceso del apartado 2.1.3., "¿Cómo saber lo que es necesario?".


3. Qué hacer con él cuando finalice el curso

3.1. Cuando finalice el curso, puedes hacer un último formulario de todo el curso, justo para iniciar el siguiente. Te ayudará a recordar rápidamente lo que necesites para afrontar el nuevo reto (y el nuevo formulario).

 

A modo de debate: ¿Por qué es bueno tener un formulario?

Durante mucho tiempo se ha combatido el uso de los formularios porque a algunos estudiantes se les puede ocurrir la mala idea de usarlo durante un examen. Sin embargo, si se usa durante las clases y durante la resolución de problemas se pueden tener las siguientes ventajas:

1. Se reduce el tiempo de búsqueda y consulta porque la información está organizada, resumida y a la mano.

2. Los estudiantes ganan confianza en sí mismos cada vez que tengan que usar la fórmula. El saber que está a la mano reduce el estrés y la inseguridad.

3. Al revisar, ordenar, resumir y redactar cada versión del formulario, los alumnos estudian y repasan las fórmulas y los temas. Al final, habrá fórmulas que se aprenderán de memoria casi sin esfuerzo. En las que se requiera hacer un esfuerzo, este seguramente será menor que sin el formulario.

Y para aquellos que les guste tener la mejor presentación, incluso hay software para hacerlo. Se puede descargar o usar la versión online desde:

http://chuletas.xuletas.es/


¿ Y tú, profesor o alumno, lo usas?


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